Conseguir un cultivo de marihuana saludable dependerá de los cuidados recibidos por las plantas en cada ciclo de vida de la planta, desde las etapas más jóvenes, cuando se denominan plántulas. Para conocer más sobre qué es una plántula y cómo cuidarla, a continuación se encuentra toda la información sobre cómo tratarla.
Plántulas ¿qué son?
Se llama plántula al primer estado del ciclo de vida de la marihuana, desde que germina y la planta empieza a abrirse en el sustrato. Esta fase suele durar entre una y dos semanas aproximadamente. Termina cuando la planta desarrolla su primer par de hojas funcionales.
Cuando la germinación se ha llevado a cabo con éxito, las uniones de la pared de la misma se rompen y permiten que salga el primer brote con las primeras hojas de marihuana, llamadas cotiledones y las raíces empiezan a desarrollarse hacia abajo.
Las dos primeras hojas marcan el comienzo de vida de la plántula. No obstante, se trata de hojas falsas, no son las que la marihuana mostrará, sino que contienen energía para crear la planta y sirven para que la planta dé los primeros pasos. Mantener las plantas saludables durante su estado de plántulas permitirá que el crecimiento vegetativo sea el óptimo.
Cuidado de las plántulas paso a paso
Para proporcionarles los cuidados necesarios se deben tener en cuenta diferentes pasos a seguir. Éstos son:
Elegir la genética y sustrato adecuados
A la hora de seleccionar las semillas de cannabis, se debe escoger aquella adecuada para cada tipo de cultivo. La selección de estas se hará en base al nivel de experiencia y destreza del cannabicultor, así como del presupuesto, las preferencias de efectos y de sabor.
Para elegir el medio de cultivo se recomienda plantar en tierra ligera, aireada y ligeramente ácida, con un pH de entre 6,3 y 6,5. Es aconsejable mezclar entre un 20 y un 50% de perlita en la tierra.

Escoger la macetas
Dependiendo del tipo de semilla que se vaya a plantar, éstas seguirán diferentes criterios en función de plántulas feminizadas y autoflorecientes. De esta manera, si se cultivan autoflorecientes, es recomendable plantarlas en la maceta definitiva, por el ciclo de vida más corto que tienen, evitándose cualquier tipo de estrés innecesario. Los cultivadores usan macetas de entre 5 y 15 litros para sus autoflorecientes.
En cuanto al cultivo de feminizadas se deben trasplantar las plantas de marihuana justo antes de que las plántulas empiecen a superar sus macetas iniciales, en cuanto hayan desarrollado unos pares de hojas verdaderas cuya extensión cubra totalmente la maceta. En muchos casos se utilizan macetas de 12 litros, siempre teniendo en cuenta las siguientes características:
- Agujeros de drenaje: se debe procurar que las macetas tengan un buen drenaje, para evitar la podredumbre de la raíz, o la apariencia de hongos patógenos.
- Aireación: la maceta es el lugar de intercambio de aire entre raíces y entorno.
- Tamaño de la maceta: debe ser el adecuado, ya que si este es muy grande el riesgo de regarlas en exceso puede aumentar.
Técnicas de germinación adecuadas
Para germinar las semillas de marihuana se necesitan cuatro cosas claves como la calidez, humedad, oscuridad y tiempo. Actualmente, existen diferente métodos como son:
- Método de papel absorbente: con el que colocar cuidadosamente las semillas en trozos de papel de cocina humedecidos e insertarlos en un recipiente de plástico. Simplemente habrá que dejarlo en un recipiente en un lugar cálido y oscuro, poniendo la tapa y dejándola un poco abierta para que ésta permita el intercambio de aire fresco.
- Vaso de agua: consiste en poner las semillas en un vaso y dejarlas reposar en un armario a 20-25º C durante uno o dos días. Éstas estarán listas para transplantar cuando se empiecen a ver las raíces primarias de un color blanquecino. Entonces se debe poner a una profundidad de 1 cm con la raíz hacia abajo.

Factores a tener en cuenta
Durante el cultivo del cannabis, se deben tener en cuenta diferentes aspectos, pero especialmente en esta etapa. Algunos consejos a tener en cuenta son:
- Mantener la temperatura óptima: se sitúa entre los 22 y los 25 grados.
- Humedad: debe estar siempre en torno al 75%. Para ello es recomendable emplear un spray con agua para aplicarlo con delicadeza cuando las plantas de semillero estén secas.
- La cantidad de luz recibida.
Por ello algunos de los factores a controlar son:
Nutrientes que necesita la plántula
Aunque toman su alimento de la luz y el agua, se pueden añadir al agua ciertos nutrientes que pueden servir de gran ayuda, siempre evitando la sobrefertilización de las plantas. Lo más recomendable es el uso bioestimuladores radiculares, ya que es en este proceso en el que centran su crecimiento las plántulas. Asimismo, se debe controlar tanto el pH como el EC, para un correcto desarrollo.
Iluminación adecuada
Las plántulas no requieren de cantidades de luz muy grandes, por lo que las primeras semanas bastará con una bombilla CFL barata. Si se emplean lámparas tipo HPS habrá que asegurarse de mantenerlas alejadas, consiguiendo la temperatura del cultivo. Si se usa luz solar, habrá que vigilar que no llegue demasiada, siendo mejor utilizarlas a primera hora de la mañana o al final de la tarde.
Controlar el riego
El agua es fundamental para el desarrollo de la planta, pero es en este momento cuando necesita más humedad ambiente, que supere un 75%. Se aplica con un spray cuando la luz no incide de forma directa, normalmente a última hora de la noche o primera de la mañana. Además, se tiene que tener en cuenta que se deben alternar periodos de riego y de tierra seca.
Una vez la plántula ha desarrollado cuatro pares de hojas o las raíces se empiezan a enmarañar, es el momento de iniciar el trasplante a otra maceta. Si se siguen todos estos consejos se podrán obtener plantas sanas y vigorosas sin problemas.
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